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Calidad del aire
Estudio y asesoramiento sobre la calidad del aire interior para proteger la salud y mejorar la calidad de vida de las personas.
Se estima que en las zonas urbanas de los países occidentales pasamos entre un 80% y un 90% de nuestra vida en espacios interiores. La OMS indica que el 20% de los edificios sufre el síndrome del edificio enfermo, derivado en parte de la escasa ventilación. Los agentes que deterioran la calidad del aire interior son contaminantes químicos (dióxido de carbono -CO2-, formaldehídos, monóxido de carbono –CO- y radón entre otros.) y biológicos (virus, bacterias, moho).
El aumento de la calidad del aire interior (mediante el control de CO2, el uso de filtros específicos o el control de la ventilación) tiene además beneficios como el aumento en la concentración, la mejora en la productividad y el aprendizaje, y la sensación de bienestar en el espacio interior.
La calidad del aire interior puede además certificarse mediante sellos como el Breeam, Leed o Passivhaus, que aseguran objetivos estipulados de calidad.
