Qué es Passivhaus
Passivhaus es el estándar de construcción internacional líder en eficiencia energética y confort interior. Su consecución garantiza edificios extremadamente eficientes con una elevada calidad de aire interior. Este estándar nació en Centroeuropa en la década de los noventa y actualmente recoge directrices esenciales para su correcta aplicación también en climas cálidos. Los numerosos ejemplos ya ejecutados existentes y corroborados con multitud de monitorizaciones reales, aseguran una mínima demanda de refrigeración en verano y una ausencia de sobrecalentamiento interior.
Un edificio Passivhaus es aquel que puede garantizar el confort térmico suministrando la energía necesaria para calefacción y/o refrigeración únicamente a través del aire de ventilación. Por tanto, un edificio Passivhaus no necesita de calefacción ni refrigeración convencional (aunque su implementación es plenamente compatible con estos sistemas constructivos).
El consumo final de energía primaria para calefacción, refrigeración, ACS, iluminación y electricidad nunca deberá superar los 120 kWh/m2a.
Los cinco requerimientos en los que se basa el Passivhaus son:
- Elevado aislamiento térmico de la envolvente: Demanda máxima de calefacción en climas centroeuropeos de 15kWh/m2a
- Elevado aislamiento térmico de ventanas y puertas: Ug ≤ 0,8W/(m2K)
- Minimización o eliminación de puentes térmicos: Ψa≤ 0,01W/(mK)
- Elevado nivel estanqueidad al aire de la envolvente: valor n50 máximo de 0,6/h (*)
- Sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor η≥ 75%
Para climas cálidos, se ha de tener especial consideración en verano estableciendo estrategias adicionales de control solar.
(*) La permeabilidad al aire del edificio se mide de manera empírica en obra realizando el ensayo conocido como “Blower door”, mediante el que se mide el caudal de aire bajo una diferencia de presión de 50 Pa (aproximadamente equivale a la presión sometida por unos vientos de 30 km/h). Este valor no puede superar 0,6 h-1 (60% de intercambio del volumen de aire entre el interior y exterior a esa diferencia de presión)
A estos principios deben aplicarse otras estrategias pasivas, las más importantes que tienen que ver con el diseño del edificio, como la orientación, el control de la inercia térmica de los materiales, el control solar, la dirección de los vientos dominantes, el entorno urbano y natural o la compacidad del edificio.
La demanda energética durante el uso de un edificio se divide en: consumo de energía para calefacción y refrigeración, consumo para ACS, consumo de resto de energía eléctrica (sin calefacción ni refrigeración) y consumo agua (potable y no potable).
De estos consumo tradicionales, el que más impacto ambiental tiene es el consumo de energía para calefacción y refrigeración y, por tanto, es el que más potencial ahorro energético presenta y mayor potencial de disminución de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.
La inversión adicional para la consecución de un edificio con certificado Passivhaus puede oscilar entre un 10 % y un 15 % más que una construcción equivalente realizada bajo los estándares básicos de calidad (CTE). Sin embargo, a medio y largo plazo supone una importante inversión y ahorro energético amortizable entre 8 y 12 años momento, a partir del cual, se consigue una tasa de retorno inicial aproximada de entre el 5 – 8 %, en función del alza del precio de la energía.
Passivhaus en climas cálidos
Se estima que en las zonas urbanas de los países occidentales pasamos entre un 80% y un 90% de nuestra vida en espacios interiores. Según indica la OMS, el 20% de los edificios en estos países sufre el “síndrome del edificio enfermo”, derivado en parte de la ventilación deficiente.
El estándar Passivhaus establece unos parámetros a seguir en función de la zona climática. En el caso de Passivhaus España (climas cálido-templado y templado-frio según zonas), se podría llegar a una mejora del 60% respecto al consumo de un edificio estándar de nueva planta.
Las temperaturas en invierno en climas cálidos son más suaves que en Europa Central (clima continental), por lo que cubrir la demanda de calefacción es relativamente sencillo. Ante altas temperaturas, el estándar Passivhaus debe complementarse con estrategias para disipar el calor: uso del bypass en el recuperador de calor, geotermia, pozos canadienses, apoyo de climatización (integrados o no en el sistema de ventilación), suelos y techos radiantes y refrescantes.